Si es cuestión de confesar...

no soy principiante en este mundo; tuve dos blogs y un space, pero abandoné pronto... Nunca me convencía nada de lo que escribía... Escribir me gustaba mucho; uno de los momentos más felices fue cuando alguien me escribió diciendo que se había emocionado con una de mis historias, en ese momento me sentí la persona más grande del mundo. Y eso hacía, intentaba inventar historias alejadas de la realidad, de mi realidad; pero siempre acababa reflejando mi vida, mis propias historias, y lo qué sentía, y cómo lo sentía. Siempre he sido muy celosa de mi vida, y quizás eso sea lo que me hizo dejar de escribir, ver reflejado todo lo que siento y pienso, aunque fuese entre líneas y no directamente, era algo que me asustaba en cierto, y que no quería al menos en ese momento. Pero me he dado cuenta que no tengo nada que temer; es absurdo esconder cómo soy y lo que siento. Quizás no escriba demasiado bien, no haga maravillosas y grandes historias; pero ya lo dicen...la felicidad está en las pequeñas cosas....