27 de diciembre de 2008

conversaciones raras....

- Últimamente tengo la sensación de que estoy viviendo mi vida en tercera persona. Suena raro. Quizás paradójico, pues ahora no hago otra cosa que hablar de mí, y en primerísima persona. Yo, yo, yo...

- ¿Quiere decir que no se siente usted? ¿Qué se siente que es otra persona?

- No, no. Para nada. Soy yo, siempre yo… me refiero a que mi vida está tan automatizada, que ni siquiera puedo saber la diferencia entre cualquier otra persona y yo. ¿Entendés?

- Poco….

- ¿A qué te dedicas?

- Yo… me de-…

- Bueno… bueno…que más da… simplemente serás alguien más… otro más, otra vida más que se automatiza… ¿No creés?

- Mmmm

- ¿Vos no lo creés?

-

22 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD!!


P.D. qué ganas tenía ya de decirlo....

21 de diciembre de 2008

ELLA

Ella siempre merodeaba la estación de autobuses de la ciudad. No tenía mucho más que una gran bolsa a cuadros con la cremallera algo descosida. Sin embargo siempre derrochaba una gran sonrisa para todas las personas que pasaban cerca, y se quedaban mirándola. Solía pasear mientras esperaba un autobús que nunca llegaba. Un día se sentó a mi lado, me sonrió mientras se recolocaba aquel pañuelo que cubría su pelo. Entonces empezó a hablar. Casi sin darme cuenta, la desconocida de al lado me había empezado a contar su historia.

Pocos días después, me la encontré en el mismo sitio, esperando ese autobús que no llegaba. Me alegró verla. Me saludó y se volvió a sentar a mi lado. Esta vez, fui yo quien empecé a contar pedacitos de mi vida, mientras ella me guiaba con sus preguntas. hablamos durante largo rato, hasta que la llegada de mi autobús nos volvió a interrumpir.

Así, tuvimos varios encuentros. Después pasaron meses y no volví a saber de ella. Cada vez que pasaba por allí, la recordaba. Hace pocos días, mientras estaba sentada esperando el autobús, alguien se me acercó. Apenas me dio tiempo a reconocer a la persona que tenía delante, cuando ya me había envuelto en un fuerte abrazo: "amiga, amiga", dijo. Me soltó y pude verla. Su cara estaba llena de rasguños, y tenía un ojo morado. Ya no lucía ningún pañuelo sobre su cabeza, y la gran bolsa a cuadros había sido sustiuida por una pequeña bolsa de plástico. Pero su sonrisa seguía allí. Se sentó a mi lado y empezó a hablarme mientras mantenía entre sus manos las mías. Pude notar como temblaba de frío, apenas llevaba una camisa. Le solté las manos y me quité la bufanda. Se la eché por el cuello, y ella me volvió a abrazar, mientras decía "amiga, gracias". La llegada de mi autobús interrumpió aquel momento. Ella se levantó, y me volvío a abrazar; "amiga, cuidate mucho", me dijo, mientras ví que, sin querer, se había emocionado...

16 de diciembre de 2008

:-)


Porque llevaba años esforzándome en algo que parecía no llegar; por tantas veces que desistí, por las pesadillas nocturnas, las noches sin dormir, las ojeras de buena mañana, los nervios, las tensiones, por todo el esfuerzo, por todo "eso" que he tenido que dejar a un lado, porque a veces sentía estar perdiendo el tiempo... todo tiene su recompensa, tarde o temprano todo llega... y el esfuerzo se ve recompensado! Ahora no puedo ser má feliz!

15 de diciembre de 2008

nota mental

a veces me gustaría darle un lápiz a mi corazón, para que pueda escribir todo eso que, sin querer queriendo, se queda dentro. Muy dentro.


11 de diciembre de 2008

gap...

- … ¿nunca has sentido latir tan fuertemente tu corazón, como si quisiese salir del pecho y cobrar vida propia, para decir o hacer algo que estabas deseando pero no sabías cómo?

- A eso lo llaman amor..

- No, yo creo que es pánico escénico…

6 de diciembre de 2008

one moment more...



No pensaba escribir hoy, ni siquiera pensaba pasarme por aqui, pero he acabado haciéndolo. Esta mañana me tentó dejar por aquí esa canción, que por casualidad la he escuchado hoy por primera vez...

Un momento más; porque hoy, más que nunca he añorado ciertos momentos, a ciertas personas... a veces me gustaría no haber crecido, seguir siendo la pequeña de la casa, sentirme protegida sólo con tener a mi madre al lado, seguir no entiendo todas esas cosas de mayores, que me sigan mintiendo y ocultando lo que cuando sea más mayor entenderé. He extrañado los domingos en el campo, con toda la familia; mis paseos en bicicleta, jugar en la arena con mis primos, las peleas con mis hermanos por ver quien se subía delante en la furgoneta de mi padrino. He echado de menos a mi padre; cuando por las noches antes de irme a dormir le pedía que me apagase la luz y me diera un beso. He recordado las visitas a mi madrina después del colegio, y los besos y achuchones que siempre me daba. Y no podía olvidarme de mi abuela; siempre contándome historias, y con palabras bonitas que dedicarme; a pesar de que la sentía tan diferente a mí, ahora me doy cuenta de que tengo mucho de ella, en mi forma de ser, de hablar, en la manera en que hago ciertas cosas... Y aunque sé que yo no era su ojito derecho, y que discutíamos alguna que otra vez, ella ha sido siempre mi gran compañera, siempre a mi lado, hasta el día que, pronunciando mi nombre, nos dejó...

Me da miedo pensar cómo de repente perdemos a esas personas importantes, esas oportunidades, esos momentos...

Si tuviese oportunidad de pedir un deseo ahora; sin duda pediría un momento más....