Y un buen día te sorprendes, levantando muritos alrededor del corazón,
para que nadie entre, para que nadie salga…
para que las cosas, aunque vayan mal, se queden tal y como están;
porque los cambios dan miedo, asustan demasiado…
Y cierras puertas, y cierras ventanas, para que nada cambie...
Pero el tiempo es sabio, y se encarga de echar abajo todo lo artificial,
dejando al descubierto todo eso que se intenta ocultar…
(incluido el miedo)
4 comentarios:
muritos que se caen...
Un besazo!
el tiempo,ese testigo invisible y silencioso que tanto alza como derriba muros,como da o quita la razón.
Aunque el corazón sea lo menos racional :)
Hermosa entrada
Un abrazo!
¡Qué fácilmente levantamos muros! ¡Cuánto cuesta luego derribarlos! Ya que los construimos, a ver si, al menos, aprendemos a hacerlos de plastilina.
Un besote...
amén!
¡Vaya arte que me traes!
¡Feliz 2009!
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